Después de una opípara comida de pasta casera (sorrentinos y ravioli de pescado), y por puro frenesí chocolatil incontrolado, llevé a casa de mi amiga y cómplice Carmen una tarta de chocolate con nueces de inspiración italiana. En el fondo, es una pasta frolla rellena de brownie. No escribo la receta de la pasta frolla propiamente dicha porque ya aparece en otras entradas (aunque esta vez utilicé para hacerla 200 g de harina, 100 g de mantequilla, 50 g de azúcar, 1 huevo y la ralladura de 1/2 limón) pero sí la del relleno, que fue un antojo cuyo resultado acabó estupendamente, acompañado de Nespresso (what else?), fresas y helado. Y la preparación es de las más fáciles, una vez cubierto el fondo del molde con la frolla, claro, pero en caso de fiaca extrema, se puede sustituir ésta por una pâte sablée de supermercado, ya hecha.
Ingredientes del relleno:
200 g de chocolate (negro y bueno; concretamente era Côte d'Or)
125 g de mantequilla
3 huevos
150 g de azúcar (puede ser mitad blanca y mitad rubia)
100 g de nueces (pecans) picadas gruesas
100 g de harina con leudante
confitura de cerezas
Vamos a ello: sobre el fondo de la pasta frolla (en crudo y ya colocada en el molde) se extiende una fina capa de mermelada roja. La de hoy era de cerezas, pero frambuesas o fresas habrían valido igual.
En una sartén antiadherente a fuego muy suave (o en el microondas, en un cuenco) fundimos cuidadosamente la mantequilla y el chocolate troceado. No se debe fundir del todo, porque se termina de fundir con el calor residual y nunca se debe quemar el chocolate.
Aparte, en un cuenco grande se baten un poco los huevos con el azúcar, con un batidor de varillas de alambre (a mano o electrodomésticamente; yo esta vez lo hice a mano porque solo fueron 2-3 minutos).
Se incorpora el chocolate fundido con la mantequilla y se bate otro poquito (poquito es poquito).
Por último, se añaden las nueces picadas y la harina (previamente mezcladas: eso evita que las nueces se hundan después en la masa).
Y ya: esto se vierte sobre la masa inicial colocada en el molde, y al horno moderado, a 180ºC 25-30 minutos. La masa exterior debe estar bien cocida y ligeramente dorada, y la preparación de chocolate algo tierna y húmeda.
La decoración fue un sencillo espolvoreado de azúcar glas, pero con una plantilla comprada por ebay en Hong Kong ¿qué tal la mundialización?
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