Esta vez, a las mandamases del Desafío en la Cocina les dio (a propuesta de Carolina de Tomillo, laurel y otras cosas de comer) por este invento estadounidense consistente en un bizcocho (en las recetas vernáculas, hecho generalmente de polvos preparados) al que nada más sacarlo del horno se le hinca el dedo si uno se quiere quemar, o el mango de una cuchara de palo, si no, y las goteras que esta actividad origina se rellenan con algo. Luego se recubre el bizcocho con ese algo (u otro algo) y se deja enfriar. Como no soy devota de los bizcochos de plástico, opté por una variante "artesanal-minimalista-antipastelera"* del famoso bizcocho de yogur, pero hecho con leche porque no tenía yogur. Y mi "algo" fue una mezcla de mantequilla de cacahuete (maní) - no hay nada más americano que eso - y chocolate con leche.
Así lo hice, en versión mini porque mis catadores (los compis del trabajo) están casi todos de vacaciones:
Puse en un cuenco
2 huevos,
3/4 taza de azúcar (135 g),
1/2 taza de leche (100 g),
1/2 taza de aceite de sabor neutro (maíz, girasol o cacahuete, claro) que son unos 75-80 g (dije gramos, no militros),
1 y 1/4 tazas de harina (170 g) con leudante (o normal con 2 cucharaditas de levadura en polvo),
aroma a gusto (ralladura de 1/2 limón y 1/2 cucharadita de extracto de vainilla)
Lo mezclé todo con un batidor manual de alambre. Ya está. Molde de 22-23 cm untado con mantequilla y espolvoreado con harina, horno moderado (180ºC) 30-35 minutos.
Ahora los susodichos agujeros, y yo los rellené con lo siguiente:
75 g (3 barritas) de chocolate con leche de buena calidad (digamos Côte d'Or)
120 g de mantequilla de cacahuete
1 cucharada de algo alcohólico (lo mío fue el Cointreau)
40 g (2 cucharadas) de azúcar rubia de caña (o cassonade blonde belga)
Todo en un cuenquito de cerámica, microondas 50 minutos, ya está.
Los agujeros los intenté rellenar con la mejor voluntad con la manga repostera. Sospecho que algunos siguieron siendo lo que eran: agujeros, pero conseguí rellenar la mayoría. Luego eché el resto de la preparación con una cucharita, ya que el espesor del preparado destruyó mi manga, que era de plástico malo (malísimo), y lo extendí con una espátula. Espolvoreado de nueces, parece bueno, y lo que es aún más sorprendente, lo está.
Y en la página de Desafío en la Cocina podéis ver las recetas de los demás desafiados, que serán para engordar con sólo verlas...
* Artesanal porque lo hice yo, minimalista y antipastelera porque es una receta para niños de 7 años que jamás han intentado hacer un pastel en su vida.
Publicado por: |