Cuando éramos chicos, mi abuela y mi mamá preparaban a veces un plato de carne "alternativa" que nos encantaba. Eran menuditos de pollo fritos con patatas fritas. Claramente comida "de pobres", y sin embargo exquisita. Ellas usaban higaditos, mollejas (estómagos) y corazones de pollo en esta preparación, pero a mí personalmente me gustan sobre todo las mollejas (estómagos) de pollo. Hoy en día este tipo de platos tienen su nicho ecológico de gente que los adora, sin que necesariamente se preparen por voluntad de ahorro, sino más bien por capricho, siendo a veces difícil encontrar los ingredientes porque a mucha gente le dan "impresión" las vísceras...
La receta es obviamente muy sencilla. Para 2 personas hice lo siguiente:
Se sofríe 1 cebolla picada con un chorro de aceite (yo usé de oliva; en la Argentina de cuando yo era chica, se habría usado de maíz, ya que el de oliva era un lujo).
Se añaden 300 g de mollejas de pollo cortadas en trozos, se salan, se fríen hasta que se doran un poco. Se echa un chorro de agua (yo usé vino blanco, Chardonnay para más datos, pero ellas no le ponían nada de eso), se tapa la sartén y se deja cocer a fuego bien suave hasta que las mollejas estén tiernas (al menos 40 minutos), añadiendo chorritos de agua si el líquido se consume demasiado rápido. Unos 10 minutos antes de servir, se añade un puñado de arvejas (guisantes). Yo las puse congeladas. A último momento, cuando están tiernas y el líquido se ha evaporado, se agrega pimienta recién molida, más sal si hace falta y un poco de perejil picado. Se sirve esto sobre un lecho de patatas fritas y se espolvorea con 1 huevo duro aplastado. Ya está.
Publicado por: |