
Serán comida de judíos polacos pobres, pero están exquisitos... Para mí es comida de ídische bobe. Mis abuelas no los hacían, así que tenía que rogar por que la abuela Rosa (Gurevich) de mis primas los hiciera cuando iba de visita a casa de ellas. Y bueno, dan el mismo trabajo que cualquier pasta rellena. A mí me llevaron 1 hora y media (escasa) desde que empecé hasta que nos sentamos a la mesa, y con estas cantidades hay para 3 personas más o menos.
Ingredientes del relleno
450 g de patatas (papas), que una vez peladas quedaron en 340 g
3 cebollas grandes picadas
aceite (no de oliva)
sal y pimienta
Ingredientes de la pasta
Los de siempre:
1 huevo grande
5 cucharadas de agua
1/3 cucharadita de sal
220 g de harina más o menos
Preparación
Se cuecen las papas en agua con sal. Se escurren muy bien y se aplastan para obtener un puré.

Se sofríen las cebollas en aceite hasta que se doren pero sin que se quemen.


Se mezcla la papa con la cebolla frita, sal y pimienta (reservando algo de cebolla para servir por encima).


Ahora se prepara la masa de la pasta como siempre, o sea, amasando todos los ingredientes juntos, y se estira con la máquina laminadora.

Yo cobardemente usé un moldecito para darles forma, pero lo normal es cortar redondeles de unos 7-8 cm y doblarlos por la mitad, pegando muy bien los bordes.





Y bueno, se cuecen en agua con sal unos 8 minutos, se escurren con cuidado (yo los saco con espumadera para que no se abran) y se les echa por encima el resto de cebolla frita, y queda la maravilla que aparece al principio. Hay que reconocer que un chorrito de crema de leche (nata) tampoco les queda mal...
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